ADICCIÓN Y NORMALIZACIÓN DEL CANNABIS ¿A FAVOR O EN CONTRA?
Descripción del Evento
Según el Plan Nacional sobre Drogas, el cannabis es una droga que se extrae de la planta Cannabis sativa, con cuya resina, hojas, tallos y flores se elaboran las drogas ilegales más consumidas en España: el hachís y la marihuana.
Sus efectos sobre el cerebro son debidos principalmente a uno de sus principios activos, el Tetrahidrocannabinol o THC, que se encuentra en diferentes proporciones según el preparado utilizado:
- Marihuana: obtenida de la trituración de flores, hojas y tallos secos.
- Hachís: elaborado a partir de la resina almacenada en las flores de la planta hembra.
- Aceite de hachís: resina de hachís disuelta y concentrada.
Los riesgos y consecuencias del cannabis
Según el Plan nacional de drogas y otros organismos internacionales, su consumo influye en el cerebro en funciones relacionadas con la memoria, el pensamiento, la concentración, el movimiento, la coordinación, el apetito, el dolor, el placer y la percepción sensorial y del tiempo.
A corto plazo produce efectos que se perciben como beneficiosos como bienestar y una cierta euforia. Pero también produce deterioro de la memoria y dificultad para realizar tareas que requieren atención o concentración, lo que puede afectar al aprendizaje y el rendimiento escolar o laboral, favorecer el absentismo y el fracaso, incidiendo en la ruptura de trayectorias vitales.
La tolerancia al THC es muy desigual, y diferentes dosis en distintas personas puede provocar una intoxicación que produce malestar, de estómago y/o vómitos, que se suele acompañar de sensación de agobio, falta de movilidad, sudores o escalofríos, aumento del ritmo cardíaco, desorientación, etc.
Además, se relaciona con reacciones mentales adversas como ansiedad, miedo, desconfianza o pánico y se estudia también la asociación encontrada en algunos casos entre consumo de marihuana y episodios aislados de psicosis aguda con alucinaciones, delirios, paranoia y pérdida del sentido de la identidad personal o como desencadenante de la implantación de algunos problemas graves de salud mental.
Cabe destacar, igualmente, que a los riesgos del cannabis, se suman riesgos cuando se consume con otras drogas, siendo frecuente el policonsumo.
Situación legal del cannabis en España
De manera general, en España se considera droga ilícita aquella que como tal está catalogada en los convenios y tratados internacionales que han sido suscritos. Y en esos listados se incluyen el cannabis y sus derivados. El actual sistema legal español considera al cannabis como una droga blanda, si bien esta designación no guarda relación alguna con criterios médicos ni farmacológicos, y ha sido habitualmente criticada. El tratamiento legal del cannabis en España varía según se hable de la producción, tráfico o consumo de la sustancia.
Dos grandes leyes enmarcan la situación del cannabis:
- la Ley del Código Penal de 1995 y sus posteriores reformas
- la Ley sobre Protección de Seguridad Ciudadana de 1992
De forma resumida, se debe señalar que el autoconsumo y la posesión para consumo propio del cannabis y derivados no está penado ni es sancionable administrativamente, salvo que concurran determinadas circunstancias como son el consumo en vía pública o haciendo ostentación del mismo.
En cualquier caso no es objeto de pena sino de sanciones de carácter administrativo. Algo similar ocurre con el cultivo, que si es llevado a cabo con la intención de auto abastecerse, en la más estricta intimidad y no se promociona de manera que pueda ser entendido como apología o promoción de la droga, tampoco resulta punible penalmente, según sentencias del Tribunal Supremo de 12 de Diciembre de 1990 y de 17 de Enero de 1994.
Sí es delito y por tanto susceptible de pena por el Código Penal (art. 368 y siguientes) “Los que ejecuten actos de cultivo, elaboración o tráfico, o de otro modo promuevan, favorezcan o faciliten el consumo ilegal de drogas tóxicas”. Es decir, toda actuación que propicie o permita la promoción o el consumo de droga a terceras persona es considerada delito y sancionable según el Código Penal.
MITOS Y REALIDADES SOBRE EL CANNABIS
Mito: Es un producto inofensivo para la salud, ya que es un producto natural. Es una droga ecológica, es la sustancia de la paz y el relax.
Realidad: Producto natural y producto inocuo no son sinónimos. El tabaco y el opio también son naturales y nadie duda de sus riesgos. El consumo de cannabis provoca alteraciones en el funcionamiento normal del cerebro, lo cual no es nada ecológico.
Mito: Los jóvenes consumen cannabis porque está prohibido: si se legalizara se consumiría menos.
Realidad: Las drogas que más se consumen entre los jóvenes son el alcohol y el tabaco, y éstas son legales. Además, en el consumo, más que la prohibición, influye la facilidad para conseguir la sustancia y el grado de aceptación social de la misma.
Mito: El cannabis tiene efectos terapéuticos, por lo que no debe ser malo fumarse un porro de vez en cuando.
Realidad: Los usos médicos del cannabis se realizan de manera controlada y no tienen nada que ver con su uso recreativo. También existen medicamentos derivados del opio y nadie piensa que sea sano consumir heroína.
Mito: El consumo de cannabis puede controlarse ya que no produce adicción.
Realidad: Existen estudios científicos que demuestran que su consumo continuado puede producir adicción, especialmente cuando se consume en la adolescencia.
Mito: Fumar cannabis resulta menos perjudicial que fumar tabaco.
Realidad: El cannabis contiene muchos de los carcinógenos y mutágenos del tabaco y en mayor cantidad (un 50% más). Además, la forma de consumirlo (fumada, sin filtro y con aspiraciones profundas) aumenta los riesgos de padecer cáncer. Tiene efecto broncodilatador, lo que favorece la absorción de las sustancias tóxicas, y al igual que ocurre con el tabaco, también es perjudicial para los fumadores pasivos.
Argumentos a favor y en contra
En los últimos años ha resurgido con fuerza el debate sobre el control del cannabis, tanto a nivel mundial, como europeo (y por tanto también en España) En gran medida este debate resurge desde el momento en que los Organismos Internacionales encargados del control y la lucha contra las drogas reconocen que la política aplicada hasta la fecha, basada en planteamientos restrictivos y punitivos, no ha logrado los objetivos planteados, es más, ha agravado incluso determinadas situaciones.
A FAVOR Según la Asociación Internacional para la Medicina Cannabinoide.
- La marihuana puede ser efectiva en el tratamiento de las náuseas y los vómitos, por lo que en los países en los que ha sido legalizada, es frecuentemente recetada a pacientes que sufren de trastornos alimenticios, como la anorexia, bulimia o caquexia.
- Pruebas clínicas han demostrado un efecto beneficioso en el tratamiento del dolor, especialmente en personas con trastornos motores del sistema nervioso, causados por enfermedades como la esclerosis múltiple y lesiones de la médula espinal.
- Dichas propiedades analgésicas también han sido indicadas para pacientes con daños en el plexo braquial, infecciones por VIH, artritis reumatoide, cáncer, dismenorrea, inflamación crónica intestinal y neuralgias.
- Entre otras de las enfermedades a las que la marihuana le podría ofrecer un beneficio terapéutico, se encuentran el Síndrome de Tourette, el asma, el glaucoma, la epilepsia, el alzheimer, y demás enfermedades autoinmunes, inflamatorias y alérgicas.
EN CONTRA Según el Instituto Nacional de Abuso de Drogas de los Estados Unidos.
- Entre las consecuencias negativas del consumo de marihuana se encontrarían el deterioro de la memoria a corto plazo, la atención, el juicio, la coordinación, el equilibrio y otras funciones cognitivas.
- Además, durante la intoxicación podría presentarse un aumento en ritmo cardíaco, muy negativo para el corazón. También existe la posibilidad de que se presenten episodios psicóticos en el consumidor tras haber consumido la droga
- La marihuana también podría deteriorar la memoria a largo plazo y las habilidades para el aprendizaje. De consumirse con frecuencia, podría generar episodios de insomnio, deterioro en el ciclo del sueño, tos crónica y bronquitis.
- A largo plazo puede generar una adicción psicológica y un aumento en el riesgo de la esquizofrenia en personas que son susceptibles a la misma. También se considera que puede aumentar la depresión, ansiedad y el síndrome amotivacional.