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Actualmente, las drogas clásicas (alcohol, cannabis, cocaína, heroína)  siguen siendo las más consumidas, pero en los últimos años han surgido nuevas sustancias, son las llamadas drogas emergentes.

¿Qué son las drogas emergentes?

Las drogas emergentes también conocidas como “drogas desíntesis”, “drogas de diseño” o “drogas recreativas” son un conjunto de sustancias sintetizadas de forma clandestina, con el propósito de producir, mediante variaciones en la estructura química, efectos similares o más potentes que los de las drogas clásicas y eludir el control normativo al que estas últimas están sometidas.

Suelen distribuirse por varias vías entre ellas por internet, así como las fiestas de música electrónica o raves y los locales de ocio.

Estos son solo algunos ejemplos de sustancias emergentes:

Cannabinoides sintéticos: son compuestos químicos artificiales que alteran la mente. Provocan efectos similares al cannabis, ya que se unen a los mismos receptores cannabinoides del cerebro, pero tienen más intensidad y duración. Una de las primeras denominaciones comerciales de estas sustancias fue la de Spice.

-Catinonas sintética: más comúnmente llamadas «sales de baño», son estimulantes artificiales cuya estructura química es similar a la de la catinona, una sustancia que se encuentra en la planta de khat. El mascado de estas hojas produce tiene un efecto psicoestimulante semejante al de las anfetaminas.

Derivados del fentanilo: el fentanilo es un opioide sintético que se comercializa como analgésico (es unas 100 veces más potente que la morfina) bajo prescripción médica. En los últimos tiempos han aparecido derivados de esta sustancia con mayor potencia analgésica.

-Triptaminas: son los psicodélicos más potentes que se conocen y se caracterizan por tener un notable efecto visual, a veces entendido como visionario.

¿Qué riesgos conlleva el consumo de estas sustancias?

El principal peligro que entrañan es el desconocimiento de lo que realmente contienen. Esto se debe a que se sintetizan en laboratorios clandestinos, sin criterios de calidad y buenas prácticas y se adulteran voluntaria o involuntariamente. A menudo se venden bajo el nombre de drogas más conocidas pero en realidad son otra cosa diferente.

Otro de los principales riesgos son los problemas cardiovasculares, pudiendo provocar incluso la muerte. Cabe destacar también la gran capacidad que tienen muchas de estas sustancias de producir psicosisansiedad y depresión.

El consumo de cualquier sustancia antes de los 20-21 años puede alterar el desarrollo normal del cerebro.

¿Cuáles son los principales patrones de consumo?

  1. Recreativo: fundamentalmente realizado por los más jóvenes, que en circunstancias determinadas (conciertos de música especiales, botellón, discotecas,…) y asociado al consumo de otras drogas (policonsumo), entre las que de forma casi omnipresente está el alcohol de tipo intensivo, las consumen en grupo y, en la mayoría de las ocasiones, desconociendo en si las nuevas sustancias consumidas, sus efectos y la interacción entre ellas.
  •  Experimental: en jóvenes mayores (25-35 años de media) habituados a consumir otro tipo de sustancias, que buscan en estas probar nuevas experiencias. En estos casos el consumo suele hacerse en solitario.
  •  De sustitución: en consumidores habituales de sustancias psicoactivas por vía intravenosa que por circunstancias diversas, la mayoría vinculadas al fluctuante mercado de la sustancia habitual consumida (disminución de la cantidad de droga circulante y/o encarecimiento de la misma), buscan sus efectos en otras drogas disponibles. El consumo suele realizarse en solitario.

En todos estos patrones de consumo, el desconocimiento que generalmente existe sobre el manejo de la droga (dosis adecuada, vía de administración, pureza, tiempo de actuación, efectos…) hace que se presenten cuadros de intoxicación de elevada gravedad, en algunas ocasiones con resultado de muerte.

Actividad enmarcada dentro del programa de prevención sobre drogodependencias y adicciones «DIVERSIÓN O ADICCIÓN 4.0» subvencionado por la Consejería de Salud y Consumo. 

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